Esta dieta, creada originalmente para bajar la presión arterial, puede ser efectiva igualmente para prevenir otro problema de salud: la formación de cálculos renales o piedras en el riñón. Conocida como DASH por las iniciales de su nombre en inglés (Dietary Approaches to Stop Hypertension), y creada por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, su objetivo original fue bajar la presión arterial. Por su efectividad, ha sido respaldada por otras organizaciones, como la Asociación Americana del Corazón.
El éxito de la dieta DASH probablemente se debe a que no es tan restrictiva como otras dietas, ya que incluye una gran variedad de alimentos de todos los grupos: vegetales, frutas, granos, carnes magras, pescado, pollo, leche y productos lácteos bajos en grasa, cereales integrales… ¡hasta azúcar en pequeñas cantidades! Reduce además la cantidad de sodio en las comidas, y aumenta los alimentos ricos en calcio, magnesio y potasio. El secreto de su eficacia está en las porciones que se indican. Según estudios realizados, los efectos de esta dieta en la hipertensión empiezan a notarse en sólo 14 días, y además ayuda a prevenir enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares, osteoporosis y diabetes y hasta se le ha asociado con un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
En adición a lo anterior, un estudio llevado a cabo bajo la dirección del Dr. Nazanin Noori, del Hospital for Sick Children, en Toronto, y publicado en el número de marzo de American Journal of Kidney Diseases, muestra que una alimentación basada en la dieta DASH puede ayudar también a prevenir la formación de cálculos renales o piedras en el riñón.
Normalmente, para prevenir los cálculos renales se recomienda una dieta baja en oxalato (una sal de calcio que es el principal componente de la mayoría de los cálculos renales). La mayoría de los cálculos renales se forman cuando el oxalato se une al calcio durante la fabricación de la orina por los riñones. Lo que sucede es que muchos de los alimentos nutritivos que se consumen a diario (remolachas o betarragas, almendras, col, batatas, espinaca, etc.) contienen cantidades elevadas de oxalato.
El Dr. Kerry Willis, vicepresidente del National Kidney Foundation, dice que algunos estudios previos recomiendan que las personas con cálculos renales sigan una dieta baja en oxalato para disminuir las posibilidades de que formen otros cálculos. Sin embargo, muchos alimentos altos en oxalato son sanos, y una dieta baja en oxalato puede ser muy restrictiva. Por lo que considera que la dieta DASH es más balanceada y resulta más realista, y más fácil de seguir por un período largo de tiempo.
El estudio se realizó en 41 personas que siguieron la dieta DASH o una dieta baja en oxalato durante el transcurso de ocho semanas. Como promedio, los participantes que siguieron la dieta DASH redujeron el riesgo de cálculos renales en un 35%. Los que siguieron una dieta baja en oxalato lo disminuyeron en sólo un 14%.
Los investigadores que participaron en el estudio sugieren que combinar el calcio con alimentos ricos en oxalato en una misma comida puede ser más eficaz para prevenir los cálculos renales que limitar el oxalato.
Al parecer, cuando el calcio y el oxalato se consumen juntos, es más probable que se unan en el estómago y en los intestinos. Y como esto ocurre antes de que los riñones empiecen a procesarlos, hay menos riesgo de que se formen los cálculos.
Si eres propenso a padecer de cálculos renales, considera probar la dieta DASH, que no sólo los previene, sino que es muy sana y nutritiva, y te ayuda también con otros problemas de salud.
Y mientras tanto, sigue las recomendaciones del National Kidney Foundation, que también ayudan a prevenirlos. Por ejemplo, bebe muchos líquidos (al menos 8 vasos al día), de preferencia agua, aunque puedes mezclarla con un chorrito de limón. Come suficientes frutas y vegetales, pero cuidando de limitar los productos lácteos altos en grasa, la sal y la proteína animal. Y, sobre todo, sigue el tratamiento que te indique tu médico.
La dieta DASH
El plan de alimentación DASH:
Se enfoca en verduras, frutas y granos enteros
Incluye productos lácteos bajos en grasa o sin grasa, pescado, pollo, frijoles, semillas, nueces y aceites vegetales
Limita los alimentos con alto contenido en grasas saturadas. Estos alimentos incluyen carnes grasas, productos lácteos enteros y aceites tropicales como coco, palmiste y palma
Limita las bebidas azucaradas y los dulces
El plan de alimentación DASH y otros cambios de estilo de vida pueden ayudar a bajar la presión arterial. Estos incluyen mantener un peso saludable, hacer ejercicio y no fumar.
La recomendación de la dieta DASH incluye:
Alimentos integrales (6 a 8 porciones al día).
Verduras (4 a 5 porciones al día).
Frutas (4 a 5 porciones al día).
Leche y productos lácteos bajos en grasa o sin grasa (2 a 3 porciones al día).
Carne magra, pollo y pescado (6 o menos porciones al día).
Nueces, semillas y frijoles (4 a 5 porciones a la semana).
Grasas y aceites saludables (2 a 3 porciones al día).
Dulces, preferiblemente bajos en grasa o sin grasa (5 o menos a la semana).
Sodio (no más de 2.300 mg al día).
Si bebe alcohol, limítese a 2 bebidas o menos por día para los hombres y 1 bebida o menos por día para las mujeres.
Para reducir aún más su presión arterial, reemplace algunos carbohidratos de la dieta DASH con proteínas bajas en grasa y grasas no saturadas.
Para perder peso, reduzca sus calorías diarias a 1.600 por día.
Disminuya su sodio a no más de 1.500 mg por día si tiene 40 años o más, es afroamericano o si le han diagnosticado presión arterial alta.
Los alimentos más populares están llenos de sal. A continuación, le indicamos cuántos miligramos (mg) de sal obtiene:
Aspectos a tener en cuenta
No se desanime si al principio es difícil seguir la dieta DASH. Comience con objetivos pequeños y alcanzables. Las siguientes ideas pueden ayudarlo a realizar cambios saludables.
Es más fácil supervisar su alimentación si lleva un diario de lo que come cada día. Escriba el contenido de sodio, cuando sea posible.
No tire la toalla si la dieta DASH parece abrumadora al principio. Intente hacer uno o dos cambios a la vez hasta que pueda hacerlo todo.
Aprenda a leer las etiquetas. Al conocer el tamaño de una porción, sabe cuánto sodio obtiene por porción.
Reduzca la velocidad al comer.
Haga ejercicio.
Use especias y hierbas para dar sabor a su comida en lugar de sal.
Elija menos alimentos procesados (comidas congeladas, sopas enlatadas, mezclas envasadas, etc.). Estos contienen más sodio.
Busque alimentos que digan «sin sal agregada», «sin sodio» y «bajo en sodio».
Evite los alimentos fritos. En su lugar, prepare su comida a la parrilla, cocinada al vapor, asada o escalfada.
Aplique su nuevo conocimiento a la comida del restaurante también. Evite pedir comida con salsa de tomate, mostaza, encurtidos o salsas. No agregue sal. Y si tiene tiempo, pregúntele a quien le atienda cómo se prepara la comida.
Reduzca su consumo de alcohol a porciones aceptables en DASH.
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