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Disfunción eréctil y diabetes: Toma el control hoy.

La disfunción eréctil es un problema común para los hombres que tienen diabetes — pero no es inevitable. Considera estrategias de prevención, opciones de tratamiento y más.



La disfunción eréctil, es decir, la incapacidad de lograr una erección o mantenerla con la suficiente firmeza como para tener una relación sexual, es un problema frecuente en hombres con diabetes, especialmente si tienen diabetes de tipo 2. Esto puede deberse a lesiones en los nervios y en los vasos sanguíneos causadas por un control deficiente de los niveles de azúcar en sangre a largo plazo.


La disfunción eréctil también puede estar relacionada con otras afecciones frecuentes en los hombres con diabetes, como la presión arterial alta y la enfermedad cardíaca. La disfunción eréctil puede presentarse más pronto en los hombres con diabetes que en los hombres sin esta enfermedad. La dificultad para mantener una erección puede incluso anticiparse al diagnóstico de diabetes.

Tener disfunción eréctil puede ser todo un desafío. Puede provocar que tú y tu pareja se sientan frustrados y desanimados. Toma medidas para lidiar con la disfunción eréctil y recupera tu vida sexual.


Habla con un experto

Muchos hombres se niegan a tratar la disfunción eréctil con sus médicos. Pero no dejes que la vergüenza te impida buscar ayuda. Una pequeña conversación puede marcar una gran diferencia. A continuación, te explicamos qué debes hacer:

  • Infórmale al médico lo que está ocurriendo. El médico considerará las causas subyacentes de tu disfunción eréctil y podrá darte información sobre los medicamentos y otros tratamientos para la disfunción eréctil. Infórmate sobre tus opciones.

  • Pregunta si hay algo que puedes hacer para controlar mejor la diabetes. Mejorar los niveles de azúcar en sangre puede ayudarte a prevenir lesiones en los nervios y los vasos sanguíneos que pueden provocar disfunción eréctil. También te sentirás mejor en general y mejorarás tu calidad de vida. Consulta con el médico si estás dando los pasos correctos para controlar la diabetes.

  • Pregunta sobre otros problemas de salud. Con frecuencia, los hombres que tienen diabetes presentan otras afecciones crónicas que pueden provocar o empeorar la disfunción eréctil. Trabaja con el médico para asegurarte de abordar cualquier otro problema de salud.

  • Controla los medicamentos que tomas.Pregúntale al médico si alguno de los medicamentos que tomas puede empeorar la disfunción eréctil, como fármacos para tratar la depresión o la presión arterial alta. Modificar tus medicamentos puede ayudar.

  • Busca asesoramiento psicológico. La ansiedad y el estrés pueden empeorar la disfunción eréctil. Además, la disfunción eréctil puede tener consecuencias negativas en la relación con tu pareja íntima. Un psicólogo, un asesor u otro especialista en salud mental puede ayudarte a ti y a tu pareja a encontrar formas de afrontar la situación.


Considera tus opciones de tratamiento

Se encuentran disponibles varios tratamientos para la disfunción eréctil. Pregunta a tu médico si una de estas opciones puede ser una buena opción para ti:

  • Medicamentos orales. Los medicamentos para la disfunción eréctil incluyen sildenafil (Viagra), tadalafil (Cialis, Adcirca), vardenafil (Levitra, Staxyn) o avanafil (Stendra). Estas píldoras pueden ayudar a facilitar el flujo sanguíneo al pene, lo que hace que sea más fácil lograr y mantener una erección. Consulta con tu médico para ver si uno de estos medicamentos es una opción segura para ti.

  • Otros medicamentos. Si las píldoras no son una buena opción para ti, tu médico podría recomendarte un supositorio pequeño que se inserta en la punta del pene antes de tener sexo. Otra posibilidad es un medicamento que se inyecta en la base o en un costado del pene. Al igual que los medicamentos orales, estos medicamentos aumentan el flujo sanguíneo que le ayuda a conseguir y mantener una erección.

  • Dispositivo de constricción por vacío. Este dispositivo, también llamado bomba de pene o bomba de vacío, es un tubo hueco que se coloca sobre el pene. Utiliza una bomba para extraer sangre hacia el pene y crear una erección. Una banda colocada en la base del pene mantiene la erección después de que se retira el tubo. Este dispositivo manual o de batería es fácil de operar y tiene un bajo riesgo de problemas. Si un dispositivo de constricción por vacío es una buena opción de tratamiento para ti, el médico podría recomendar o recetar un modelo específico. De esa manera, puedes estar seguro de que se adapta a tus necesidades y que está hecho por un fabricante de renombre.

  • Implantes peneanos. En los casos en que los medicamentos o una bomba peneana no funcionen, un implante quirúrgico de pene podría ser una opción. Los implantes de pene semirrígidos o inflables son una opción segura y eficaz para muchos hombres con disfunción eréctil.


Opta por un estilo de vida saludable

No subestimes la diferencia que se puede hacer con unos pocos cambios. Prueba estas estrategias para mejorar la disfunción eréctil y tu salud general:

  • Deja de fumar. El uso de tabaco, lo que incluye fumar, estrecha los vasos sanguíneos, lo cual puede causar o empeorar la disfunción eréctil. Fumar también puede reducir los niveles de óxido nítrico, la cual le da una señal a tu cuerpo para que permita el flujo sanguíneo hacia el pene. Si has intentado dejar de fumar por tu cuenta, pero no has podido, no te des por vencido; pide ayuda. Existen distintas estrategias que pueden ayudarte a dejar de fumar, lo que incluye el uso de medicamentos.

  • Bajar esas libras de más. El sobrepeso puede causar o empeorar la disfunción eréctil.

  • Incorpora la actividad física a tu rutina diaria. El ejercicio puede ayudar con los trastornos no diagnosticados que juegan un papel en la disfunción eréctil de varias maneras, entre ellas, reduce el estrés, te ayudar a bajar de peso y aumenta el flujo sanguíneo.

  • Limita o elimina el consumo de alcohol. El exceso de alcohol puede contribuir a la disfunción eréctil. Si optas por beber alcohol, hazlo con moderación. En el caso de los adultos sanos, esto significa hasta una copa por día para los hombres mayores de 65 años, y hasta dos copas por día para los hombres de 65 años o menos.

 

Escrito por el personal de Clínica Mayo.


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